Merlin arranca su plan estratégico en centros de datos: cierra su primer contrato de alquiler a 45 años
Después de tres años preparando su debut en el segmento de centros de datos, la socimi Merlin Properties ya ha obtenido la licencia para comenzar a construir su primer data center, que se ubicará en Bilbao, según ha explicado Ismael Clemente, consejero delegado de la firma, durante la celebración de la junta de accionistas. Además, la compañía ya ha cerrado un contrato de alquiler a 45 años para este activo, aunque no ha desvelado quién será el inquilino.
La cotizada desarrollará este centro de datos en alianza con la empresa estadounidense de tecnología Edged Energy. «La primera piedra la vamos a poner ya mismo y creemos que estará operativo después de verano del año que viene», apunta Clemente.
No obstante, no será el único data center de Merlin, puesto que su plan de infraestructuras digitales, denominado Mega, contempla la construcción de otros tres centros de datos, para los cuales ya ha solicitado la licencia, ubicados en Barcelona, Getafe (Madrid) y Lisboa. En concreto, la firma prevé destinar uno 600 millones de euros durante los próximos años a su desarrollo.
Reestructuración de la cartera
La inmobiliaria pretende convertirse en líder del mercado desarrollando 70 megas de capacidad y espera alcanzar los 75 millones de euros de rentas en las dos primeras fases de su plan (a cierre de 2026) «y mucho más en fases posteriores», si consiguen «capturar la demanda», ha puntualizado el consejero delegado.
En la actualidad, el 57% de la cartera de activos de Merlin son oficinas, el 20% centros comerciales; el 6% plataformas logísticas y el 7% restante corresponde a su participación en Distrito Castellana Norte y hoteles. Sin embargo, la compañía pretende reducir su porcentaje de oficinas al 50% y el de centros comerciales al 15%, mientras que prevé incrementar el de logística al 20% y el de centros de datos al 15%.
Venta de la cartera de BBVA
Durante la junta de accionistas, Clemente ha hecho especial hincapié en la venta a BBVA de 662 sucursales bancarias por casi 2.000 millones. La inmobiliaria espera que la operación culmine el próximo mes de junio. Merlin destinará parte de las ganancias de esta operación al reparto de un dividendo extraordinario de 315 millones de euros.
De igual manera, la compañía dedicará otra parte de los ingresos a cancelar la propia deuda asociada a este porfolio, que «eran casi 700 millones entre la deuda, los derivados con los que cubríamos los tipos de interés y los costes de transacción», ha explicado. Tras esto, «todavía quedan otros 970 millones que se dedican a desapalancamiento general de la compañía, llevando la deuda post transacción a los 3.600 millones y un nivel de LTV de en torno al 31%», ha dicho Clemente.
Además, ha matizado que la nueva estructura de deuda de Merlin Properties requerirá de ordenación tras la venta. Tras haber pagado recientemente el bono de 2022 y proceder en breve a la amortización de un sindicato bancario bilateral que tenía vencimiento en 2024, queda con el vencimiento del bono de 2023, que reubicará dependiendo de si actúa en financiación bancaria o en mercado de capitales entre 2028 y 2033, con el fin de que la compañía quede «limpia de vencimientos hasta el 2025».